intenciones

Aquí se manejarán muchos temas vinculados y vinculantes de la salud, las nuevas tecnologías, las diversas terapias, tratamientos médicos y circunstancias que rodean el tema, lo mismo que las recomendaciones para vivir bien con la comida, la agricultura apropiada, el manejo del agua, el aire y las relaciones interpersonales y afectivas entre otros.

Creemos que es una revista única y novedosa pues se manejará hasta la incidencia política, estatal y legislativa en la materia y lo relacionado con la enseñanza para manejar su dieta o cultivar sus alimentos orgánicos en su hogar. Temas como el perdón que sana y las alteraciones de salud física, familiar y social.

lunes, 21 de junio de 2010

LA SALUD Y LOS JUDIOS

El texto más antiguo de los israelitas y la salud. Autor Jesús Ben Sirá

Medicina y enfermedad

ECLO 38, 1 -15

Firma

Sabiduría de Jesús hijo de Sirá

Comienza el autor dando al médico el reconocimiento que merece, pero en el providencialismo hebreo que todo lo remite a Dios. Recuerda a Aristóteles hablando de la causa primera, o el famoso númida el africano, Agustín dice todo es causal nada es casual, o el angélico doctor que nos habla de la causa de las causas. El médico pues es el medio usado por Dios para sanar, algunas veces, dice el autor, pues presume que otras lo hace Dios directamente. Es el sentir hebreo. Vuelve a recalcar el autor que las medicinas vienen de Dios. Se llama por primera vez ciencia a la medicina, y a las mezclas de las cosas que sirven para la curación. Un punto importante.

La medicina cura y quita el sufrimiento y ahí aparece el Hesed judío, la misericordia que penetra en lo profundo. Nosotros en la cultura latina usamos el término misericordia (Misercor) o el corazón con el mísero o miserable o débil. El Hesed hebreo es más profundo, los judíos sentían el concepto de la acción divina con más fuerza en su interior. Habla de las virtudes de las cosas curativas y de un farmacéutico que prepara las mezclas. Lo que hace presumir que había médicos y expertos en plantas, aguas, rocas, etc.

Concluye con la paz que trae la medicina, pues al aliviar el dolor permite al hombre tener ese don de la salud que lo hace hábil para todas sus actividades. Nos habla de la paz interior ni de esa que el númida Agustín llamó “la armonía en el orden”

Viene un ciclo de consejos muy interesante. Observemos:

1. No sea negligente en la enfermedad. Hoy se llamaría medicina preventiva o prudencia en el manejo de la salud preventiva.

2. Ruega al altísimo (el Señor) que Él te curará. Regresa a la causa primera. Primero la oración y la súplica a Dios.

3. “Aparta las faltas, endereza las manos” significa colocarse en obediencia a Dios. Quitar las faltas cambiar de conducta llevar vida sana y obediente. Deja tu problema del tabaco, alcohol o mala vida que tu salud empezará a mejorar. Aparta la mentira, las conductas erróneas, las faltas contra los mandatos de Dios. Lleva una vida recta como segura el autor Ben Sirá.

4. “Y de todo pecado purifica el corazón”. Un corazón sucio está enfermo según la creencia judía, pero el análisis moderno lo confirma. El pecado es transgresión. Por ejemplo el que miente se disocia interiormente, engaña y trae sobre sí enemistades y conflictos. Los judíos eran consientes de que si la parte afectiva está sana, la parte somática se sana más fácilmente.

5. Ofrece incienso y esencias de flor de harina, ofrendas, limosnas.

Es coherente la escritura sagrada de los hebreos que pide primero a Dios y luego simboliza la alabanza y la flor de herina, la ofrenda en el templo y después la dimensión humana hacer ofrendar al prójimo. La debilidad de Dios en la escritura son los necesitados, los más pobres. En eso se parece al cristianismo. La dimensión vertical de la cruz que es la raíz en tierra y sube al cielo en amores al Señor tu Dios y la dimensión horizontal el amor al prójimo como así mismo. Hay una relación entre la escritura hebrea y el mandato histórico parecen tener una unidad o una secuencia. Con razón otro texto anota que la caridad cubre multitud de pecados. Es como una reparación y un subsanar la injusticia.

Después del proceso descrito la Biblia manda recurrir luego al médico. Como sexta etapa dice que lo necesitamos y que él tiene la solución. Pero hay algo en la cultura hebrea que dice que el médico también orará y suplicará por su paciente

Conocí al más famoso cirujano cardiovascular de los años 70 el Doctor Antonio Ramírez que oraba por sus pacientes y colocaba un crucifijo detrás. Fue famoso como el mejor y el más hábil de su época. ¿No sería acaso que en oración traía la ayuda de lo alto? Recuerdo a Tata, una ingeniera civil con un tumor que era inoperable. Acudía al neurólogo regularmente, los dolores eran insufribles y le daban analgésicos potentes. Un día ella, mujer creyente abrió la Biblia y leyó el texto (Eclo 38), el médico la interpeló. ¿Y entonces que hacemos Tatica? Ella le tomó de la mano y le dijo repita conmigo: Señor, cumpliendo tu mandato puesto en la palabra suplicó tu sanación para Tata, toca y destruye su tumor, pues nosotros no podemos pero tu si puedes, pues nada es imposible para ti. Amén.

El médico por fortuna era creyente de misa dominical, pero no conocía el texto. Pasaban semanas y Tata no regresaba hasta que el médico la llamo. Ella vino y le dijo que se sentía muy bien, el médico mandó los exámenes pertinentes y el tumor había desaparecido, y tal vez con eso afianzó su fe. Los médicos también suplicarán que los pongan en el camino correcto dice el texto. En Bogotá el Dr. Hernando Bohórquez un veterano médico general relata numerosas curaciones milagrosas con la oración y con la unción del aceite que él mismo colocaba a sus enfermos. El texto hebreo también funcionó entonces en los médicos cristianos católicos y creyentes. Seguramente funcionará en el que crea de buena fe.

martes, 15 de junio de 2010

MEDICINA Y ENFERMEDAD.

El médico y las medicinas son parte fundamental en al cultura y aparecen en todas las épocas con características diferentes. A veces mágicas o empíricas, en el uso de hierbas y minerales, aguas o venenos. El hombre con la observación y aplicación va notando mejoría y va afianzando su conocimiento. A veces su manera incorrecta de percibir sus fenómenos lo hacía aplicar técnicas inadecuadas y nocivas como las sangrías, como nos narra el ingenioso Hidalgo y que a la postre podían acarrear anemias y agudizar la enfermedad, o las preparaciones ya conocidas en el viejo Egipto que podían ayudar en una hemorragia cerebral o causar la muerte.

Las dotaciones arqueológicas ayudan a detectar esas técnicas que fueron dándose empíricamente y con sus resultados produciendo enseñanzas y escuelas. El uso de las plantas generando la cura de algunas enfermedades y fue adicionando el Vademécum (Va conmigo) del médico, brujos, hierbateros y empíricos hasta nuestros días. Así también se descubrieron plantas y sustancias venenosas como el caso de una leche expelida por una pequeña rana amazónica, utilizada para envenenar las flechas para cazar o atacar enemigos, no tan común en la Roma imperial o en la gran Francia, donde se dice que la Reina Catalina aplicaba dentro de los guantes de sus enemigos los polvillos venenosos que después de su regalo cumplían con su cometido en sus homicidios reales de los cuales no quedaban pruebas, y Sir Bernand Spilsburg en su detección de venenos al nacer la patología forense.

Así fueron fraguándose, las medicinas, los médicos y los medicamentos. Son prodigiosos por la época los descubrimientos anatómicos del genio Leonado Da Vinci, y más adelante la anatomía toma cuerpo (vaya coincidencia) en la Francia pre y post revolucionaria, y al descubrirse el interior del cuerpo se va articulando más en la fisiología y en las patologías y en el microcosmos humano cuando aparece Pasteur para descubrir el bien y el mal de esos pequeños bichitos que llamamos bacterias y su incidencia en los alimentos y en la vida humana, la ciencia va tomando impulso con los grandes descubrimientos como con el famoso Fleming en el descubrimiento de la penicilina, un hito grande en las terapias contra las bacterias y un golpe a enfermedades incurables como la sífilis.

La medicina avanzó en un siglo más que en los treinta anteriores, en equipos, farmacia, diagnósticos y nuevos tratamientos que siguieron al descubrimiento de la naturaleza humana, con prodigiosos avances en el campo quirúrgico, junto a ese gran avance aparece paralelamente las terapias de la psique (alma) y se empieza a incursionar en el interior del hombre, Freud, Charcot, Jung y Adler, con sus escuelas comienzan sus aportes al psiquismo. Simultáneamente, la esquizofrenia, la psicosis, neurosis, aparecen en las clasificaciones de la psicología y de la psiquiatría, y aparece también la conexión del cuerpo y el alma que aporta la neuropsiquiatría que a su vez aporta también medicamentos para pausar o curar algunas conductas erróneas o enfermedades psicológicas.

Súbitamente aparece otro saber humano que irrumpe con nuevos principios terapéuticos y una farmacia diferente: la homeopatía aparece con el principio de “Similia Similibus“ que encuentra resistencia en la escuela tradicional. El hombre se habitúa a un conocimiento y se niega a abrir espacios a otro que lo saque de sus canones. Esta cristalización de paradigmas a veces detiene la ciencia. También irrumpe la vieja botánica con sus investigaciones nuevas y aplicaciones más exactas y se regresa a la llamada medicina naturista, en donde se incursionó con gran éxito en la edad media, por ejemplo con la mística alemana Santa Hildegarda, cobró nuevo aliento, hoy en día merced a la exageración de los químicos y su mal uso.

El hombre ahora dispone de la alopatía, la homeopatía y la botánica, y de otros medios como la terapia neural.

Y cuando pensamos haber derrotado a la enfermedad aparecen nuevas formas, pandemias, cáncer en los niños y múltiples cepas virales que hacen afirmar a la organización Mundial de la Salud (OMS) que el mundo está enfermo.


EDITORIAL

Yo soy yo y mis circunstancias decía don José Ortega Y Gasset, el filósofo Ibérico. El hombre nace con unos condicionamientos de origen, atávicos o heredados. Recibe una educación en su familia y en su ambiente, en su entorno. Su cerebro es un inmenso computador que va almacenando la información del aprendizaje, los impactos del medio, las emociones de las cosas que se suman a lo que heredó. Lo que lleva consigo, lo que hereda el medio y el aprendizaje lo van formando. Es un ordenador, un computador humano pero influido por sentimientos, afectos y emociones que se juntan y se fusionan con su parte romántica, arrojando hombres únicos e irrepetibles, con sus talentos, sus conductas, sus sentimientos y sus acciones que van demarcando su vida. Allí aparece la enfermedad también en el orden patológico, somático, psíquico, y espiritual que también es un medio destructor o constructivo conforme se asuma. La salud viene determinada por códigos genéticos por las circunstancias ambientales, por el sistema alimentario, por el entorno emocional y psíquico o por circunstancias adversas y exógenas como un accidente, una epidemia, de otra acción externa física o espiritual.

Aquí se manejarán muchos temas vinculados y vinculantes de la salud, las nuevas tecnologías, las diversas terapias, tratamientos médicos y circunstancias que rodean el tema, lo mismo que las recomendaciones para vivir bien con la comida, la agricultura apropiada, el manejo del agua, el aire y las relaciones interpersonales y afectivas entre otros.

Creemos que es una revista única y novedosa pues se manejará hasta la incidencia política, estatal y legislativa en la materia y lo relacionado con la enseñanza para manejar su dieta o cultivar sus alimentos orgánicos en su hogar. Temas como el perdón que sana y las alteraciones de salud física, familiar y social.

Dios nos de su luz.

Rafael Arango